Neimar Claret Andrade
Pese a que el Juzgado de Letras y Garantía de Curacautín acordó una acción de amparo de aguas, a favor de Fernando Zurita Contreras, Marcelo Zurita Contreras, Nibaldo Álvarez Zurita, Sixto Zarate Hermosilla, Abel Álvarez Álvarez, Héctor Zurita Contreras y Luis Zurita Contreras y en contra de Rubén Huaiquil Huaiquil y Rodrigo Puel Huaiquil, las 20 familias que habitan el sector rural de Lolen, siguen muriendo de sed, porque aunque les ordenaron restituir la circulación de agua, aún no cuentan con el vital líquido, sino se los llevan a través de camiones cisternas.
Y es que según explicaron, los afectados, están viviendo esta situación desde hace 8 meses, cuando los líderes de la comunidad mapuche que están en lo que antes era conocido como el Fundo Alviso, les obstruyeron el canal de riego construido por sus abuelos en 1956. Según detallaron, el acueducto tiene 5 kilómetros de extensión, lo que constituye toda una proeza técnica de aquella época, porque se abrieron paso por el suelo frío de la Cordillera de Los Andes, el cual pasa por el predio antes conocido como Fundo Alviso.
La familia dueña de esas tierras otorgó una servidumbre de acueducto perpetua al constructor original del acueducto, la cual se encuentra inscrita en el Conservador de Bienes Raíces de Curacautín; además se le otorgó una merced de agua. Lamentablemente la dueña del fundo lo entregó al Estado para saldar unas deudas y entonces Indap quedó a cargo del predio que, posteriormente, entregó a familias mapuche en 1997, eso significa que ahora el canal pasa por predios indígenas, por lo que los dirigentes de estas familias fueron a decirle a los campesinos no mapuche que debían darles 1.000 fardos de pasto al año o 2 millones de pesos para dejarles pasar el agua, pero conocedores de la condición legal del acueducto, se negaron y, en respuesta, cortaron el agua.
“Ese canal —relataron los afectados— por la extensión que presenta, es extremadamente importante para el ecosistema del sector Lolen, tanto para la sobrevivencia de los campesinos, la bebida de los animales, el riego de las praderas y cultivos y lo peor de todo, secaron las napas y las vertientes, también secaron un arroyo histórico que daba origen a una cascada que caía en el Bío Bío, entonces la situación es desastrosa; la delegada (Andrea) Parra deja los mensajes sin contestar, el editor de TVN sabe desde el inicio de este problema y no ha hecho nada, incluso un día nos escribió señalando que un equipo anduvo por acá y que “ni se acordó””.
Cuando los Huaiquil decidieron cortar el agua a sus vecinos de siempre, las familias interpusieron un Amparo de Aguas cuya sentencia les fue favorable. Sin embargo, no han querido acatar la decisión judicial señalando que ellos no están sujetos a la jurisdicción chilena. “Lo más lamentable —relataron— es que hemos tratado por todos los medios de dialogar con ellos, pero Rodrigo Huaiquil, su vocero, insiste en agotar todas las instancias para lograr su cometido que es que la DGA les otorgue derechos sobre el acueducto. Ellos fueron hace un mes a la DGA (Dirección General de Aguas) y la DOH (Dirección de Obras Hidráulica)s y ahí les dijeron lo mismo que el fallo, es decir, que el acueducto es privado y cualquier decisión sobre él debe negociarse con los respectivos dueños, pero ahora cada vez que llamamos a Rodrigo Huaiquil le pide a su señora que diga que no está y no responde ningún mensaje de WhatsApp”.
Asimismo señalaron que “por suerte el daño en invierno es menor gracias a las precipitaciones, pero recordemos que no ha nevado y ya pasamos el 21 de junio, por lo que se entiende que este verano será igual o más seco que el anterior donde ningún parcelero pudo regar y por tanto cosechar su alfalfa ni avena, otros productores de hortalizas perdimos toda la inversión y ni hablar de estar siendo abastecido con camiones municipales para poder beber y ocupar los baños. Es lamentable e indigna la escena donde una persona falleció y en su velorio se debió clausurar el baño por falta de agua. También el caso de don Eduardo Cifuentes de 83 años de edad, conectado a oxígeno y sin agua para beber de su vertiente”.
“Esperamos como familias —concluyeron— obtener al menos sensibilización mediática para que estos dirigentes (que además no viven en el territorio, viven en el pueblo) pierdan la validación que mediante mentiras han obtenido y así dejen de avergonzar a su pueblo el cual siempre se jacta de ser defensores naturales de Itrofil Mognen (biodiversidad) para que un par de pseudo revolucionarios vengan a manchar esa imagen y a menoscabar la buena convivencia que históricamente han tenido los colonos mapuches y no mapuches en Lonquimay”.