Jesús Leonardo Núñez
Con entusiasmo, civismo, esperanza y patriotismo, los pureninos se congregaron en su respectiva Plaza de Armas para conmemorar un aniversario fundacional surgiendo de las cenizas.
Los 154 años de Purén se convirtió en una ocasión especial. No es un aniversario como cualquier otro, en medio de la tragedia, los pobladores salieron a desfilar comprometidos a enfrentar el futuro en busca de su recuperación.
La noche del 9 de febrero, y a escasos minutos del comienzo de la primera jornada del inédito toque de queda debido al Estado de Emergencia por catástrofe decretado recientemente, las cacerolas, los tambores y las sirenas replicaron con alegría para augurar un mejor mañana.
La comuna mallequina más severamente golpeada por la actual temporada de incendios forestales, encontró en su onomástico el noble pretexto de honrar su gentilicio y para agradecer a quienes desinteresadamente vienen trabajando por sofocar las imperdonables llamas.
“Gracias bomberos” gritaban a coro varios pobladores, en claro agradecimiento a los miembros del voluntariado local y foráneo, éste último proveniente de otras comunas para sumarse a las labores de extinción de las incesantes llamas que dejaron decenas de casas destruidas, puentes colapsados, personas heridas e incluso algunos muertos.
El momento fue propicio para agradecer la presencia de la policía y los militares que coordinarán el cese general de movilizaciones durante la madrugada, como medida excepcional para evitar y descartar nuevas incidencias.