Neimar Claret Andrade
Bien dice la sabiduría popular que la aceptación de los cambios es difícil.
Y es que, cuando este lunes 6 de noviembre el Cesfam de Victoria inició sus atenciones en la nueva sede ubicada en el 1910 de calle Chorrillos, dos vecinas de la comuna se acercaron a la sede de Las Noticias de Malleco, a exponer las razones que tienen para rechazar ser atendidas en las nuevas instalaciones y querer seguir siendo atendidas en las antiguas que están en el centro de la ciudad.
Doña Clementina Reyes, de 77 años de edad, fue una de las vecinas que aseguró que no está de acuerdo con su traslado a la sede de Chorrillos, porque, según detalló, ella es inválida y la nueva ubicación le queda muy lejos de su domicilio y los colectivos no quieren llegar hasta allá.
“Si me dan para hacerme un examen —argumentó— uno tiene que estar en el Cesfam a las 8 y ¿vamos a llegar?, no vamos a llegar. Yo lo que quiero es que a nosotros, como inválidos, nos dejen en el Cesfam viejo, porque así como estoy no puedo ir para allá a hacerme los controles, necesito que me dejen acá más cerquita”.
Otra que no está conforme con su cambio es Verónica Medina, quien vive en la población Servantí, camino a Traiguén. Ella dijo que es muy lejos para ella llegar hasta la calle Chorrillos para ser atendida en la nueva sede del Cesfam, pues tendría que gastar más dinero para poder llegar y agregó que los colectivos no pasan hasta allá.
“Yo me tengo que venir caminando —explicó— hasta la calle Temuco y de ahí tomar un colectivo para llegar al centro de Victoria”.
Luego de regreso debe pagar doble pasaje, porque los colectivos no la llevan hasta donde vive, así que pagar un pasaje adicional para la nueva sede del Cesfam le sale muy costoso.
Finalmente ambas señalaron que esperan que su solicitud sea atendida y las dejen en la antigua sede.