Por décadas hemos oído decir que el pollo o carnes crudas deben lavarse antes de cocinarlos, pero, ¿Cuál será el sentido de hacer eso?
Históricamente el pollo se faenaba en las casas, en donde había que lavarlo como una forma de eliminar restos de plumas o tierra si este quedaba en contacto con el suelo. Sin embargo, hoy en día, gracias al proceso de industrialización en la industria cárnica y avícola, el proceso es mucho más limpio.
La académica de la carrera de Medicina Veterinaria de la Universidad Andres Bello y experta en inocuidad alimentaria, Natalia Sánchez explica que la carne de pollo cruda con frecuencia puede estar contaminada con bacterias como Campylobacter, Salmonella o Clostridium perfringens. “Lavar el pollo antes de cocinarlo implica que podemos propagar estas bacterias en las distintas superficies de nuestra cocina, puesto que el agua puede salpicar a todo lo que está alrededor, contaminado el entorno y los utensilios. De esta forma si estas gotas de agua caen en nuestros cuchillos, por ejemplo, podemos contaminar de forma secundaria (la llamada contaminación cruzada) vegetales u otros alimentos que vayamos a consumir”.
Nuestras manos, agrega Sánchez, también pueden ser una fuente de contaminación si después de manipular la carne no aplicamos un buen lavado de estas con bastante jabón y agua tibia.
Impacto en la salud
La gastroenteritis por Campylobacter es una de las enfermedades transmitidas por alimentos más comunes en los países desarrollados y ocurre principalmente por consumir alimentos como carnes de aves crudas o mal cocida. También por vegetales mal lavados, agua contaminada o leche sin pasteurizar, caracterizándose por diarrea, que a veces sanguinolenta, dolor abdominal, náuseas y vómitos que pueden durar hasta 10 días en algunos casos.
A modo de evitar este tipo de enfermedades transmitidas por los alimentos, recomienda la especialista UNAB, es aconsejable no lavar la carne de aves crudas para evitar que las bacterias se puedan dispersar, lavar muy bien nuestras manos si hemos tenido contacto con carne cruda, así como los utensilios que hayan tenido contacto con esta carne, ya sean platos o superficies.
No usar tablas de cortar de madera, idealmente que sean de vidrio. Conservar la carne de ave en refrigeración a 4°C y su cocción debe ser por sobre los 75°C, hasta que pierda el color rosado en su interior.
Estos tips también pueden aplicarse a las carnes rojas, así que, es bueno tenerlos en cuenta antes de comenzar la preparación para estas Fiestas Patrias.