La Cámara de Diputadas y Diputados aprobó este martes el proyecto de ley de que apunta a combatir las usurpaciones, que pasará al Senado casi en los mismos términos que lo propuso la Comisión de Seguridad Ciudadana.
El avance casi sin cambios de esta iniciativa es interpretado como una derrota para el Gobierno, que mediante indicaciones renovadas y solicitudes de votaciones separadas, pretendía morigerar los efectos que -según alerta- podría tener una ley de estas características.
Al cierre del debate, la ministra del Interior, Carolina Tohá, volvió a advertir que dentro de esta eventual norma “no sólo se presume la concurrencia de los requisitos, sino que habilita causar cualquier daño al autor del delito: esa es la legítima defensa privilegiada. O sea, aquí se puede actuar en cualquier plazo, recurrir a terceros y causar cualquier daño”.
“Estamos haciendo un esfuerzo para tener una ley que proteja a las personas a quienes le usurpen sus bienes, pero hagámoslo con las herramientas del derecho, no del salvajismo”, emplazó la jefa de gabinete.
La propuesta fue visada de todas maneras, y el Gobierno sólo consiguió que se aprobara que no se pueda detener a personas que formen parte del registro de campamentos del Ministerio de Vivienda, vigente al 1 de marzo de 2024.
La discusión de este proyecto fue reñida hasta el final; ejemplo de ello fue la intervención del diputado liberal Vlado Mirosevic, quien aseveró que “la legítima defensa privilegiada vuelve a imponer la fuerza del más fuerte, y lo único que va a producir es un enfrentamiento inevitable y sangriento entre particulares, y eso es lo que el Estado tiene que evitar”.
“No podemos votar a favor de algo que es completamente irracional”, insistió el expresidente de la Cámara.
Su par republicano José Carlos Meza acotó que “este proyecto no permite contratar matones, de hecho, hemos avanzado en legislar para sancionar el delito de sicariato”, por lo que instó a los opositores del mismo a que “si lo que no quieren es que las personas puedan defender su propiedad en el marco de la ley, díganlo, pero no nos vengan con alocuciones tan extravagantes”.