Jesús Leonardo Núñez
El sábado al mediodía la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), amenazó con radicalizar sus acciones territoriales y como era de esperar se creyó en un inminente ataque. Ya desde la noche del sábado comenzó una jornada de ocupación en siete fundo, todos de la comuna de Angol, provincia de Malleco.
En un comunicado trascendido en distintas plataformas imperiales digitales, la CAM llamó a esta nueva invasión como “proceso de recuperación política y territorial”, específicamente “en los fundos el Chequen y Santa Marina de Forestal Mininco, en el fundo San José de Trintre de Forestal Arauco, en los fundos Santa María y Santa Guillermina de Forestal Cautín, en el fundo El Tesoro de Forestal Comaco y en el fundo El Porvenir del acaudalado latifundista Vásquez”, indicó la organización radical.
La ocupación ilegal cuenta con asistencia de la comunidad María Cayulleo, y abarcan cerca de 5.000 hectáreas.El sábado se desarrolló una asamblea en uno de los terrenos ocupados, “donde se asumió un compromiso y una alianza entre este lof y la CAM, más las diversas comunidades asociadas a nuestra organización, con el fin de iniciar un proceso de restitución definitiva de los predios demandados”.
Según el comunicado, todo este proceso se realizará a través de la resistencia y el control territorial iniciándose distintas actividades productivas y la reapropiación constante de los recursos de las tierras ahora en manos mapuche, además acciones de autodefensa-resistencia destinadas al desalojo definitivo de las forestales del sector”.
La organización terrorista llamó a otras comunidades de la zona “a estar atentos y acompañar este significativo proceso”, el cual ocurre a poco tiempo de que el Gobierno decidiera ampliar una de las querellas por Ley de Seguridad del Estado (LSE) en contra del líder de la CAM, Héctor Llaitul, quien llamara a “canalizar la violencia hacia el sabotaje”, con foco en insumos y maquinarias.
Llaitul compartió diferentes declaraciones en las recientes semanas, enfocadas a justificar la lucha armada y en algunos casos extremos, a justificar la matanza, dicho por él mismo, incluso en una entrevista televisiva. Tales palabras generaron las múltiples reacciones en el contexto político y el consecuente emplazamiento al gobierno para que tome acciones.