Jesús Leonardo Núñez
La humareda cubre por completo la provincia de Malleco, la situación sigue causando estragos y dificultando las labores de combate del fuego por la vía aérea. Es tal la densidad atmosférica que no hay satélite que pueda dibujar con precisión el mapa y las áreas afectadas, sin dejar de lado las secuelas en la salud y el ánimo de la población.
Para las autoridades locales es difícil lidiar con un incendio que tiene al ambiente a su favor. Hay ráfagas de viento con la suficiente estabilidad para reducir las llamas en las comunas de Lumaco y Purén, las más rabiosamente golpeadas en las últimas horas con decenas de estructuras colapsadas o totalmente perdidas.
Fue en Purén donde se llevó a cabo el Comité de Gestión de Riesgo de Desastres, con el ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson, en representación del presidente Boric, quien congregó todo el criterio y las estrategias que definirán las acciones inmediatas, a fin de salvaguardar las familias. Una de las decisiones inmediatas es reforzar el llamado de evacuación en Purén, más insistentemente del sector 21 de Mayo hacia el sector Villa Caupolicán, éste último sector considerado como área segura, según advirtió Andrea Parra, delegada presidencial provincial.
La devastada Purén vive horas dolorosas y cruciales, pero en las que no se debe perder tiempo adoptando posición fetal. Aún con lágrimas en el rostro, la gente debe movilizarse y acatar los planes de contención y orden público.Parra advirtió también que Angol el fuego se está reavivando, aunque se desarrolla todo el plan preventivo para actuar con mayor efectividad.
Más de 70 incendios
La delegada reconoció que la realidad supera la capacidad de respuesta porque “tradicionalmente el máximo de incendios simultáneos era de veinte o veintidós, pero ahora tenemos más de setenta incendios activos en la región”, lo que dificulta la priorización de acción y distribución de recursos.
Los centros de salud, centros de Conaf bomberos, policías, militares se encuentran activos para responder con énfasis en zonas habitadas, conforme a los lineamientos del Estado de Emergencia por catástrofe.