Jesús Leonardo Núñez
A principios de la tarde del viernes, las autoridades de Malleco decretaron la alerta para toda la provincia, ante la voracidad de los incendios forestales, pero lo que ocurrió pasadas las 6:00 de la tarde en la comuna de Purén, sacudió a toda la población por la velocidad con la que se propició el desastre destructivo con verdadera proporción de tragedia.
Unas 120 viviendas destruidas en tres poblaciones de Purén, es el resultado preliminar del efecto de las llamas sin control que arroparon el área urbana, algo que someramente había previsto el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred), en reunión evaluativa, aunque el desastre desolador y al rojo vivo superó toda espectativa.
El propio alcalde Jorge Rivera confirmaría, con profunda voz entrecortada y a punto de quebrarse en desesperación, que lo ocurrido en su perímetro de acción no se había visto antes, por ello no dudó en clamar ayuda a todo dueño de aljibe para que se sumara a las labores de extinción del fuego, así como cualquier otra ayuda posible para atender a los cientos de afectados que perdieron sus pertenencias.
Evacuación total
El fuego en la comunidad parecía sobrenatural, por la velocidad de propagación lo que no solo motivó la evacuación del hospital local, sino de toda la comuna, un verdadero reto según acotó Andrea Parra, delegada presidencial provincial, ya que se trata de no menos de 12 mil habitantes.
Bomberos, policías, militares y hasta empleados municipales que también perdieron sus viviendas, se sumaron a la intensa y peligrosa labor de escapar del área afectada, sorteando caminos y salidas igualmente rodeados por el fuego.
Un muerto
La propia delegada Parra confirmó que el candente escenario dejó a una persona fallecida, un hombre de 45 años alcanzado por las llamas, posiblemente sin oportunidad de huir de su predio y rodeado por la imperdonable incandescencia.
No se descarta que otras víctimas sean encontradas durante la jornada del sábado, así como que el número de estructuras afectadas sea mayor, conforme al resultado continuo del trabajo de rescate y combate.
Uno de los sectores borrados del mapa es El Esfuerzo, desde donde múltiples personas lanzaban alaridos al ver desvanecerse en cenizas sus propiedades.
Lumaco también estuvo sitiada por el fuego sin control, sobre todo al anochecer, cuando más del 50 % de su área rural estaba siendo arrasada por las llamas y la llegada a algunos sectores urbanos, como Chanco, era inevitable.
En esa comuna se informó que las pérdidas humanas eran más de diez, aunque se espera la debida confirmación oficial.
Un sector particularmente afectado fue Plaza Las Banderas, donde el intenso color naranja y el inclemente calor de las llamas cegó a quienes pretendían ingresar al área para prestar ayuda. La destrucción fue notable.