Andrea Jaque
La declaratoria, que también incluyó la discusión sobre el polígono de la estación de Renaico,
marca un hito en la protección del patrimonio ferroviario de la provincia. El proceso se inició
hace varios años y en 2023 se realiza la entrega de firmas encabezada por Manuel González,
presidente de la junta de vecinos, ante el Consejo de Monumentos. Este gesto simbolizó la
voluntad comunitaria de mantener viva la historia de Selva Oscura en su época más gloriosa:
cuando el tren era el pulso de la vida local.
Un camino de perseverancia y unidad
En conversación con Paula Rubilar, parte de la Delegación Municipal de Selva Oscura, se
destacó que este ha sido un proceso largo y complejo, acompañado por la Municipalidad de
Victoria, la Oficina Técnica Regional del CMN a través de Cristian Rodríguez, quien
acompañó y guío en la elaboración de los instrumentos técnicos necesarios para la
declaratoria.
La sesión contó con la presencia de autoridades y representantes locales: el alcalde Javier
Jaramillo, los concejales Gabriel Toro y Denisse Dufey, miembros de la Corporación
Intercultural Selva Oscura, presidente de la Junta de vecinos. Durante el debate, voces como
las de Manuel González, Paulina Castillo y Luz Calquín manifestaron la necesidad de
proteger este espacio como símbolo de identidad y memoria colectiva.
Tras la deliberación, el anuncio fue recibido con emoción y aplausos. González compartió
sentidas palabras sobre la importancia de este logro para los habitantes, mientras que en
conversación con Osvaldo Azócar, presidente de la Corporación Intercultural Selva Oscura
(CISO), subrayó que la declaratoria es apenas el primer paso: “Cuando se quieren realizar las
cosas y se lucha para eso, tarde o temprano se logran. Ahora viene la restauración, la
ocupación y el uso que se le dará”, también indicó que valora que distintos actores se vayan
sumando a este trabajo.
Azócar enfatizó que este reconocimiento permite continuar con nuevos proyectos que
beneficiarán tanto a Selva Oscura como a sus comunidades mapuches, aportando al
desarrollo económico, social y cultural de la zona. “Somos un eslabón más en esta cadena
silenciosa que igual hace ruido”, expresó, destacando el trabajo de profesionales y vecinos
que han dedicado su esfuerzo “por amor al arte y a la cultura” y que continuarán con esta
labor, dejando su mejor esfuerzo.
La declaratoria de la Estación de Selva Oscura como Monumento Nacional no sólo protege un
espacio físico, sino que devuelve a la comunidad un símbolo de identidad y pertenencia. Es la
confirmación de que la memoria ferroviaria sigue viva y que la unión de voluntades puede
transformar la historia en presente.


