Andrea Jaque
Desde temprano, estudiantes, profesores, padres, representantes de instituciones y
organizaciones sociales desfilaron por las principales arterias de Victoria, dando vida a un
25 de noviembre, con un espectáculo que desbordó color y entusiasmo. Personajes entrañables como los de Disney, evocando películas como Toy Story, Bichos y el sorprendente “Tralalero-Tralalá”,
junto a estilos hippie y múltiples expresiones artísticas, se hicieron presentes en
producciones audiovisuales que encantaron a grandes y pequeños.

El público, contagiado por la energía de los participantes, acompañó con aplausos, cantos
y sonrisas cada paso de esta jornada que reflejó meses de preparación, esfuerzo y
dedicación. El carnaval se convirtió en un mosaico de creatividad, donde la música, el
baile y la imaginación se entrelazaron para fortalecer la convivencia escolar, social y
comunitaria.

Más allá del espectáculo, el evento reafirmó su carácter de tradición local, promoviendo
valores como el trabajo en equipo, el compañerismo y la inclusión, generando un espacio
de comunión entre habitantes y visitantes. La ciudad se llenó de colores, de energía y de
magia, consolidando al Carnaval de La Primavera como una celebración que une y se
necesita en la comuna.


