En el ajedrez no se necesita hacer ruido para brillar. A veces, todo lo que hace falta es una niña sentada frente al tablero, con el ceño levemente fruncido, mirando fijamente una posición que ha estado analizando durante minutos… o quizás horas. Así es María Ignacia Iturra Gutiérrez, o simplemente Nachita, una joven de solo 12 años que cursa 7º básico en el Colegio San José de Angol y que ya comienza a dejar una huella profunda en el ajedrez regional y nacional.
Desde el Club de Ajedrez de Angol comentan que, cuando llegó por primera vez a comienzos de 2024, lo hizo en silencio: algo tímida, pero decidida. Tenía apenas algunas nociones básicas, pero también algo que no se enseña: una mezcla de curiosidad, concentración y una perseverancia inusual para su edad. En enero aprendía con entusiasmo a anotar partidas y los principios elementales de aperturas y finales. Gracias a su disciplina, constancia y a un trabajo serio en clases —con el apoyo del club y de su familia—, en solo unos meses ya dominaba el nivel básico y avanzaba con paso firme hacia el nivel intermedio.
Los primeros pasos
“Vi jugar a mi hermano y encontré interesante el juego”, recuerda Nachita cuando le preguntamos qué fue lo primero que la atrajo del ajedrez. Su llegada e integración al Club de Ajedrez de Angol fue natural: “Los profesores Juan Pablo y la tía Adela me recibieron muy bien y me ayudaron a integrarme al grupo, y seguí porque es un ambiente agradable”.
Su progreso fue muy rápido. Pronto comenzó a competir en torneos locales y regionales, y cada partida era una nueva lección. En febrero de 2025, con solo 11 años, obtuvo el tercer lugar nacional femenino sub-12 en el campeonato disputado en Viña. Lo más notable es que no perdió ninguna partida, enfrentando incluso a campeonas nacionales de años anteriores. “Como eran vacaciones de verano, aproveché más tiempo para entrenar. La verdad, no esperaba ese resultado”, comenta con humildad.
La experiencia no estuvo exenta de nervios: “Estaba nerviosa al principio, pero sabía que sin importar el resultado estaba ahí para aprender y tener experiencias nuevas”.
Disciplina, estudios y estilo de juego
María Ignacia tiene una rutina exigente entre el colegio, donde también destaca en lo académico, y el ajedrez, que ocupa buena parte de sus tardes. “Mi jornada de colegio es extensa, suelo practicar ajedrez durante las tardes entre tareas del colegio”.
Su entrenamiento combina varias formas de estudio: “Tengo entrenamiento una vez a la semana fijo de 2-3 horas en el Club de ajedrez en el centro cultural los miércoles, donde los profesores Juan Pablo y tía Adela me han guiado siempre. Además, practico en un taller del colegio una vez a la semana. Tengo un profesor particular 1 vez a la semana. Usualmente prefiero practicar más en aplicaciones que en libros”.
Una de las características más llamativas de Nachita es su sangre fría en el tablero. Es común verla jugando partidas que se extienden por más de cuatro horas. “Siento que me ayuda a concentrarme”, dice sobre ese estilo de juego pausado y reflexivo.
Un estilo con inspiración mundial
Uno de los logros más importantes en su carrera hasta ahora fue haberse coronado recientemente campeona regional 2025 sub-14 en la Final Regional de Ajedrez en Victoria. Este triunfo le permitió clasificar a la final nacional, que se disputará en Santiago, donde se enfrentarán las mejores exponentes del país —un logro que, como ella misma señala, “no esperaba”.
A lo largo de su trayectoria, Nachita ha protagonizado muchos duelos memorables. Al preguntarle por una partida especial, responde sin dudar: “Sí, con Romina González, ya que es una jugadora fuerte y reconocida en la región”.
Como modelo a seguir, se inclina por un referente de talla mundial: “Me gusta el estilo de juego de Magnus Carlsen”, lo cual no sorprende considerando su estilo preciso y luchador.
Apoyos, sueños y aprendizajes
Los logros de Nachita no serían posibles sin un entorno que la respalde. “Mis papás son mis grandes apoyos, además de mis profesores y amigos del club”, afirma con gratitud. Y no esconde sus ambiciones: “Me gustaría estar dentro de las 3 primeras nacionales en el próximo torneo”, y es que María Ignacia se prepara ahora para un nuevo gran reto: participar en el Campeonato Sudamericano Escolar de Ajedrez, que se realizará en el Gimnasio Rufino Bernedo de Temuco, desde el lunes 30 de junio al sábado 5 de julio de 2025, evento deportivo que reunirá a escolares de todas las federaciones de Sudamérica, en categorías Absoluto y Femenino, donde Nachita buscará seguir dejando en alto el nombre de Angol y la región.
Con la experiencia que ya ha acumulado, también tiene palabras de aliento para otras niñas que se acercan al tablero: “Que si realmente les gusta el ajedrez, podrían iniciarse con el apoyo del Club”.
Lo más valioso que le ha dado el ajedrez, dice, ha sido “mente más abierta y amistades”. ¿Y lo más difícil? Lo deja implícito, con la serenidad de quien ya ha enfrentado varios desafíos y los ha superado.
A diferencia de muchos jugadores, no tiene cábalas ni rituales antes de competir: “No”. Y si pudiera hablar con la Nachita de hace un año, esa que recién aprendía a anotar partidas, le daría un consejo simple pero poderoso: “Que sea constante en sus entrenamientos para lograr objetivos”.
La última en terminar… y muchas veces, la que termina ganando
María Ignacia es una jugadora muy especial. Si bien posee un talento natural para calcular variantes, lo que más define su estilo de juego es su precisión, su paciencia infinita y su sangre fría. Se toma cada jugada como si fuera la última, aprovechando al máximo cada segundo del reloj. Es habitual verla jugando partidas de más de cuatro horas, mientras su familia, entrenadores y compañeros observan de lejos, con los nervios de punta. Ella es, casi siempre, la última en terminar, y también muchas veces, la que termina con la victoria.
Desde Angol, esta pequeña gran ajedrecista continúa su camino con humildad, perseverancia y un tablero siempre por delante. Y aunque aún queda mucho por recorrer, su historia ya es inspiración para muchos niños y niñas que sueñan con iniciarse o destacarse en el ajedrez.
