Neimar Claret Andrade
Con el objetivo de mejorar la calidad y competitividad del trigo chileno, Agricultores Unidos e INIA Carillanca establecieron una alianza para desarrollar una investigación, en el marco de la cual se llevó a cabo, recientemente, una jornada técnica titulada “Modelo predictivo del comportamiento de variedades de trigo y su calidad harinera”, que reunió a agricultores, investigadores y profesionales del agro.
La información fue dada a conocer por el presidente de Agricultores Unidos, Camilo Guzmán, quien explicó que la finalidad de la iniciativa es desarrollar un modelo que permita anticipar el comportamiento productivo y la calidad del trigo en distintas zonas agroclimáticas del país, herramienta que permitirá tomar decisiones técnicas más informadas, mejorar el posicionamiento del trigo nacional y reducir la dependencia de condiciones impuestas por la agroindustria.
“Como gremio —precisó— firmamos un convenio con INIA para investigar el comportamiento de las variedades de trigo. Hemos puesto los problemas estructurales de la agricultura sobre la mesa política y esto es parte de las soluciones que proponemos”.
Asimismo indicó que el contexto en que se plantea esta investigación es crítico puesto que, en los últimos años, la rentabilidad del trigo se ha visto afectada por una situación en la que los valores de este importante cereal son fijados por la agroindustria sin mecanismos de transparencia ni referencia de los costos reales de producción o de los precios de paridad de importación.
Guzmán señaló que desde la perspectiva de la Asociación de Agricultores Unidos que preside, “se trata de una asimetría que ha llevado a miles de agricultores a producir con márgenes negativos, mientras los actores compradores concentran el poder de compra y extraen rentas desde el campo a los centros urbanos”.
La agricultora collipullinse Yasna Navarrete, asociada de la organización consideró que “este estudio nos da herramientas para visibilizar el abuso dentro del mercado. Por eso es tan importante que más agricultores se sumen. Sólo organizados podremos cambiar las reglas del juego”.
Esta instancia se suma a otras iniciativas que buscan enfrentar el abandono estructural del mundo rural.
Para los representantes de la asociación “no se trata sólo de producir más o mejor, se trata de recuperar dignidad económica y condiciones de mercado que permitan vivir del trabajo agrícola”.
Finalmente el presidente de Agricultores Unidos afirmó que el acuerdo con INIA es una “señal concreta de que es posible avanzar cuando el conocimiento técnico se une a la organización gremial. Se trata de un desafío grande, pero el camino ya comenzó. El trigo puede volver a ser rentable. Y con él, el campo puede volver a ser protagonista del desarrollo nacional”.