Nanette Andrade
El pasado fin de semana se vio como con notable angustia, los vecinos de El Dorado quienes integran al menos 5 familias y un par de locales comerciales, vieron cómo llegaron a abrieronr los hoyos y trajeron el material para construir el temido portón que les quitaría cualquier acceso posible a sus hogares.
En esa oportunidad Carabineros impidió la instalación del portón, pero solo por unos días, pues el jueves se concretó la amenaza y finalmente el cerco los dejó completamente aislados, encerrados en un espacio que parece haber quedado en el olvido para el resto de la ciudad.
La situación motivó lo que ocurrió en horas de la tarde del mismo jueves, cuando los afectados salieron de sus casas y alzaron sus voces en señal de protesta, llamando la atención de los transeúntes sobre la situación derivada del conflicto entre los vecinos y el dueño de la panadería El Dorado quien, tras comprar el sitio a principios de 2023, decidió luego hacer un cierre perimetral que cortó lo que hasta ahora había sido el final de la calle Vergara.
Mientras tanto, las autoridades hicieron algunas mediaciones para intentar que se produjera algún acuerdo entre los vecinos, pero nada pasó, no hubo conciliación ni se asoma ninguna posibilidad de acuerdo.
Y si bien los afectados junto a algunos vecinos hicieron su protesta, nadie apareció a escuchar sus quejas, solo un grupo de Carabineros para disipar el encuentro.
Lo cierto es que ahora, para comprar en la frutería del encierro, los clientes deben ingresar por Pedro Aguirre Cerda, esto solo a pie, sin vehículo.
