Entre Quino y Púa, localidades rurales de las comunas Perquenco y Victoria, respectivamente, hay un puente que está “en las últimas” y su uso constituye un riesgo real.
Literalmente se encuentra “en las tablas”, porque los listones con los que fue construido, y reparado hasta el cansancio, son piezas que no están conectadas unas con otras, el deterioro es notable y el ruido que causan con el paso de los vehículos es un constante aviso de derrumbe. Se mantiene aún en pie, y al servicio de la comunidad, posiblemente por razones milagrosas.
Es tal el deterioro de esta conexión vial, que varios lugareños ya fotografiaron y compartieron las imágenes para generar el respectivo clamor que mueva las instancias de poder para una pronta y mejor recuperación. El puente de por sí ya fue objeto de ataques terroristas y quemas intencionales que contribuyeron a su actual estado.
Egon Gebert Meier, agricultor de Púa, aseguró que hace algunas gestiones en busca de una solución, incluso “yo conversé con el alcalde Javier Jaramillo hace un mes y dijo que él había oficiado a la entidad que corresponde para ver su reparación, pero han pasado treinta días y todavía seguimos con el puente igual o peor”. Subrayó el agricultor que se advierten clavos asomados en la estructura, con tablones que faltan, lo que estima es sumamente peligroso “y creo que no le han tomado el peso a la situación, ya que puede ocurrir un accidente y hasta caer un vehículo del puente; eso es fatal”.
Gebert indicó además, que esta semana el jefe comunal le aseguró que volvería a insistir, “pero en realidad no se ha hecho nada y por ahí circula mucha gente, gente que va a trabajar, mucha gente que viaja en moto y tiene que pasar por el puente; igual que para la gente que anda en moto, es sumamente peligroso que una rueda caiga en un hoyito del puente”.
El agroproductor espera que otros habitantes, de una u otra comuna, en especial quienes son usuarios del tramo, se unan a la causa común de pedir ayuda en distintos frentes, de ser posible legislativos, en aras de evitar una desgracia.