Neimar Claret Andrade
Los aspirantes a oficiales de Carabineros Benjamín Cerda, María Constanza Tapia, Camila Paso y Ángela Gutiérrez, quienes llevan entre uno y dos años de estudio en la Escuela de Carabineros de Chile del General Carlos Ibáñez del Campo, son el fiel ejemplo de que cuando se quiere, se puede.
Ellos visitaron la Corresponsalía Angol de Las Noticias de Malleco, para contarnos las increíbles experiencias que han vivido durante su tiempo de formación como parte de la institución de las Carabinas Cruzadas y para invitar a otros jóvenes a que se unan a sus filas.
Benjamín Cerda Martínez, quien pertenece al 2° Escuadrón, detalló que ingresó a la Escuela de Carabineros el 1 de agosto del año pasado. “Somos la promoción que ingresó con los nuevos requisitos que dijo nuestro General Director el 27 de abril del año pasado”.
Asimismo compartió que “quise integrar a Carabineros por mis tíos que son oficiales mayores en retiro. Siempre me llamó la atención la función que realiza Carabineros hacia la comunidad y por eso yo quise integrar Carabineros”.
La familia de Benjamín al conocer sus aspiraciones profesionales lo apoyaron en todo momento porque “venimos de una tradición militar más que nada, tenemos familiares en el Ejército, Gendarmería y Carabineros, pero donde más se marca es en Carabineros, por todos mis tíos oficiales mayores”.
Sobre qué le diría a los que se licenciarán este año de 4° medio, el joven cadete afirmó que “que se motiven y postulen. La escuela es muy bonita experiencia; en este año que voy a cumplir la he pasado súper bien, he conocido a grandes personas, tengo un gran grupo de amigos ahí en la escuela, que son más que nada mis compañeros de postulación. Cuando dimos las pruebas tanto aquí en Temuco, que fueron las físicas y la última etapa en Santiago, que fueron pruebas médicas, natación y entrevista personal y psicológica, quedamos la mayoría de nosotros”.
El joven aseguró que le sorprendió la cantidad de angolinos que se están preparando para vestir el uniforme verde. “Comúnmente uno piensa que de Angol hay muy pocos y me llevé la gran sorpresa cuando conocí a varios angolinos en la escuela. Son cinco escuadrones que integran la escuela de carabineros desde primer año al cuarto año y podemos decir que angolinos hay en todos los escuadrones, tanto masculinos y femeninos”.
Las chicas superpoderosas
Pero no sólo los varones puede cumplir con el sueño de servir y proteger a la ciudadanía, sino que las chicas también pueden hacerlo, tal como lo demuestran María Constanza Tapia, Camila Paso y Ángela Gutiérrez, quienes aseguraron que ya sea en las calles luchando contra los criminales o prestando apoyo administrativo, las mujeres también tienen un lugar en Carabineros, todo depende de sus capacidades y aspiraciones.
La aspirante oficial María Constanza Tapia Arteaga, del 2° Escuadrón comentó que la experiencia para las chicas es igual que para los varones. “No hay mucha diferencia, hacemos las mismas cosas, en lo físico no nos exigen lo mismo que a los hombres, porque obviamente por la diferencia de fuerza no somos iguales en ese ámbito y la escuela comprende eso y como que nos pone a su nivel”.
Sobre la experiencia que más le ha llamado la atención en la escuela hasta ahora afirmó que “sobre todo las experiencias de camaradería; cuando la escuela hace celebraciones o actividades entre nosotros, entre los escuadrones, se comparte mucho con las demás personas y eso forma vínculos, se conoce más a los otros escuadrones y se pasa bien en la escuela”.
Acerca de cómo es estar lejos de la familia reconoció que “es difícil, pero se puede aprender a llevar porque estás acompañada con tus compañeros que igual están en la misma situación y el apoyo mutuo entre todos hace que lo difícil que es estar lejos de la familia no sea tan marcado como si estuvieras solo realmente”.
Camila Paso Medina, del 1° Escuadrón Regular, quien también es aspirante a oficial, es la muestra de que no es necesario enfrentarse a los criminales cara a cara para servir en Carabineros, pues según nos contó ella ingresó porque “desde muy pequeña admiraba la función policial, pero a mí me gusta la Contabilidad y el área administrativa, entonces por eso encontré un escalafón en la cual ayudar a Carabineros y en el que apoyo a la función policial”.
Mi hermano tendrá que hacerme los honores
En tanto la aspirante a oficial Ángela Gutiérrez Medrano, también del 1° Escuadrón, reveló que ingresó en febrero de este año con tan sólo 17 años, pero que se siente con la capacidad de hacer lo mismo que otros aspirantes de mayor edad.
Su meta es servir en Orden y Seguridad. Su hermano, también forma parte de la institución de las Carabinas Cruzadas, pero él es cabo 1° y “estaba muy orgulloso porque siempre me dijo que si quería postular a Carabineros que fuera algo más que él. Por eso postulé a la Escuela de Oficiales y todos estaban muy felices”.
Así que, cuando se gradúe será el superior de su hermano. “Sí, él me va a tener que hacer honores a mí”.

