Neimar Claret Andrade
La Sociedad de Fomento Fabril (SOFOFA), junto a los gremios regionales de la Macrozona Sur y la
Corporación Chilena de la Madera (CORMA), emitieron una declaración conjunta en la que
condenaron los recientes ataques registrados en las regiones del sur del país y subrayaron que la
violencia afecta tanto a las empresas como a comunidades completas que viven bajo un temor
permanente.
El gremio advirtió que los atentados dañan gravemente a trabajadores forestales, agricultores,
contratistas y familias, generan pérdidas millonarias y un clima creciente de inseguridad.
En su comunicado público recalcaron que sólo el sector forestal ha sufrido más de 500 ataques
incendiarios desde 2014, cifra que se suma a la destrucción de maquinaria, vehículos y predios
agrícolas registrada en los últimos días en distintas zonas de La Araucanía y el Biobío.
SOFOFA insistió en que la sucesión de hechos de violencia evidencia una crisis estructural que se
arrastra por décadas, pero que en la última semana ha mostrado una escalada sin precedentes.
Proyectada la frecuencia de los ataques, los gremios advirtieron que la Macrozona Sur podría
enfrentar más de 300 atentados al año.
Asimismo, alertaron sobre la presencia activa de grupos organizados en zonas rurales y forestales,
situación que —en plena temporada de calor extremo— eleva el riesgo de incendios intencionales
con consecuencias potencialmente devastadoras en lo humano, ambiental y económico.
El gremio insistió en que la paz social es indispensable para el desarrollo del país y llamó a avanzar
en medidas estructurales: fortalecimiento institucional, acuerdos políticos amplios que otorguen
continuidad a la política de seguridad y una condena transversal e inequívoca de la violencia.
En ese contexto, el presidente de la Multigremial de La Araucanía, Patricio Santibáñez, afirmó que
“los gremios de la Macrozona Sur asociados a SOFOFA, declaramos que no es aceptable la
existencia y persistencia del terrorismo en las regiones del sur. Afecta gravemente la seguridad de
las personas, pero también afecta las expectativas de desarrollo de todos los habitantes. Se
requiere una actitud mucho más intensa, particularmente del Ejecutivo, en la desarticulación de
los grupos que siguen operando. No basta sólo con la persecución penal, se necesita una acción
preventiva destinada a desarticular estos grupos.”
Finalmente SOFOFA señaló que “ningún país puede avanzar si la indiferencia reemplaza la
esperanza” y llamó a recuperar un clima de paz y convivencia en el sur del país.

