Neimar Claret Andrade
El sistema frontal que ha afectado el clima en el sur del país no ha dejado indiferente a nadie e incluso ha afectado hasta el normal desarrollo de las actividades judiciales, pues debido al mal tiempo el Juzgado de Garantía de Collipulli debió reprogramar la preparación del juicio en la causa por el homicidio del suboficial de Carabineros Francisco Benavides.
¿La razón? Uno de los abogados defensores, procedente de la región de Ñuble no pudo llegar a la cita, ya que el lugar en el que habita fue declarado zona de catástrofe por el sistema frontal.
Ahora, la audiencia de preparación de juicio está prevista para el próximo jueves 22 de agosto.
El fiscal de Alta Complejidad Carlos Bustos recordó que por “este hecho se encuentran tres personas acusadas, respecto de quienes se está solicitando la pena de presidio perpetuo cualificado en relación con un imputado y respecto a los otros dos la pena de 20 años”.
“Además —agregó— se ha acusado por otros delitos de menor gravedad como son disparos injustificados, abusos sexual respecto de uno de los imputados y tenencia ilegal de arma prohibida”.
El fiscal Bustos recalcó que se intentó iniciar la audiencia pero que no fue posible dado que existió un motivo imprevisto y de fuerza mayor respecto de uno de los abogados defensores, quien tiene residencia en la región de Ñuble, la cual se encuentra afectada por un estado de catástrofe debido las condiciones climáticas.
Asimismo detalló que el Juzgado acogió el imprevisto que está considerado en la legislación y fijó una audiencia para el día 22 de agosto del 2024.
Como se recordará en este caso están acusados los hermanos Matías y Heriberto Ancalaf y Rodrigo Calabrano Ñanco, para quienes por el homicidio del suboficial Benavides, perpetrado el pasado 24 de mayo de 2019 en una emboscada, mientras intentaba despejar un corte de ruta en el sector San Andrés, se piden penas de presidio perpetuo calificado y 20 años, respectivamente, además de otras penas por disparos injustificados, abuso sexual y tenencia de arma prohibida.
El suboficial Francisco Benavides recibió un disparo mortal en el tórax mientras iba de vigía en un carro blindado tipo mowag durante un operativo para despejar la ruta R-35. Si bien utilizaba chaleco antibalas, uno de los proyectiles calibre 9 milímetros disparados por quienes lo emboscaron ingresó por su axila, una zona que no estaba protegida.