De “incomprensible” y “un daño inconmensurable al país” calificó la senadora Carmen Gloria Aravena, el rechazo en la Cámara de Diputados, al veto sustitutivo presentado por el gobierno al proyecto de ley de infraestructura crítica, que había sido aprobado por amplia mayoría en el Congreso, y que finalmente no podrá ser promulgado tras la votación en la Cámara Baja.
Desconcertada se mostró la parlamentaria por La Araucanía, no solo porque es una de las autoras -junto al senador Kenneth Pugh- del proyecto que no verá la luz, sino porque también se trataba de una iniciativa que generaba muchas expectativas en los ciudadanos, ya que permitiría al Estado enfrentar la violencia que se registra en el país y la amenaza a infraestructura que es fundamental para la vida cotidiana de las personas, como el transporte público, hospitales, carreteras, centrales de energía, entre otros.
Al respecto, la senadora Aravena señaló que en lo ocurrido ayer, “existen responsabilidades compartidas entre el gobierno y legisladores, incluso de la propia oposición, que nunca entendieron bien la naturaleza del proyecto, y que se trataba de una ley que no venía a reemplazar al estado de excepción, como argumentaron algunos legisladores. Lo que hizo la Cámara de Diputados fue desechar una herramienta que le permitiría, a cualquier gobierno, sin importar su color político, cuidar la infraestructura crítica. Lo sucedido en la Cámara de Diputados es muy complejo, considerando que en el futuro, de aprobarse la propuesta de texto constitucional, sería la única cámara legislativa”.
“Como una de las autoras de este proyecto, de ninguna bancada me vinieron a consultar nunca si tenían dudas sobre el proyecto y sus alcances, ya que cuando decidimos impulsar esta iniciativa con el senador Pugh, nunca estuvo la intención de que fuese el reemplazo al estado de excepción, sino que un complemento, y así lo argumenté en sala cuando me tocó debatir y defender la propuesta en distintas instancias”, agregó la parlamentaria.
La legisladora criticó que el gobierno se haya involucrado a última hora en este proyecto a través de un veto sustitutivo, cuando la norma ya había sido aprobada por amplia mayoría en el Congreso hace bastantes días, y argumentó que esos ajustes los podría haber hecho mediante indicaciones cuando se tramitó la norma.
“Aquí no ha sufrido una derrota el gobierno ni quienes impulsamos y apoyamos esta iniciativa, sino que la inmensa mayoría de chilenos que apoyaba este proyecto según datos de la encuesta Cadem, que quiere vivir en paz, que no quiere más violencia y que está cansado de vivir con miedo e inseguridad. Se desechó una legislación, no solo que demoró varios años en su tramitación, sino que además suponía una luz de esperanza, porque permitiría entregar mayores niveles de seguridad en la protección de la infraestructura crítica, considerando lo que ocurrió en octubre de 2019, cuando la sola destrucción de estaciones de Metro le costó al país unos 300 millones de dólares. Lo lamento por todas las personas honestas, que continuarán desprotegidas frente al crimen organizado, porque quedarán sin resguardo si es que en el futuro se llegasen a repetir hechos de violencia similares”, puntualizó Aravena.
Concluyó afirmando que “si de verdad queremos mejorar las instituciones, quienes tenemos responsabilidades públicas y ejercemos cargos de representación popular debemos dejar de dar este tipo de espectáculos, que no hacen más que debilitar el sistema institucional chileno, porque los ciudadanos lo que ven en estos episodios es que no se está pensando en el bienestar de las personas ni en sus prioridades, sino que en consideraciones más bien políticas. Esta es una medida que se adopta en muchos países, porque entienden que resguardar la infraestructura crítica es estratégica para las naciones y acá la Cámara de Diputados optó por desecharla”.