Nanette Andrade
Tristeza fue lo que se sintió en la comuna de Los Sauces el pasado domingo cuando se llevó a cabo el sepelio de Daniel Vega Novoa, quien fuera uno de los maquinistas de Fepasa que resultó fallecido el pasado 20 de junio en el choque de trenes que se registró en la región Metropolitana.
Daniel contaba 43 años de edad y dejó en orfandad a tres niñas de tan solo 17, 12 y 10 años. Se fue soñando con venir a residir al sur, pues de hecho hasta había comprado una casa que vendría a ocupar en el siguiente verano, pero no le alcanzó la vida.
Esta tragedia que sacudió a todo Chile, se produjo entre el Puente Maipo y Nos, y se derivó del choque frontal de dos trenes, uno de pruebas sin pasajeros de EFE, y otro de carga de la empresa Fepasa que operaba para ese momento Vega.
Desde Los Sauces
Daniel Vega era originario de Los Sauces, comuna donde reposará eternamente y donde fue acompañado por amigos y familiares que le dieron el último adiós.
Uno de sus compañeros, Pedro Cea comentó que el accidente ocurrió por errores humanos, pues se confiaron además de la tecnología avanzada con la que contaban, “consideramos que estaba todo superado y que podíamos transitar tranquilamente, confiadamente, pero a causa de errores humanos se produjo la tragedia y la pérdida de dos seres humanos. Considero que a causa de ese error humano que causó esta tragedia que ya no operamos en nuestros rieles, en nuestras líneas férreas”.
Aseguró Cea que “Daniel falleció cuando estaba haciendo lo que más le gustaba, él venía del sector de Rancagua con destino a Santiago, donde se produjo la tragedia. Se estaba perfeccionando, cada día quería tener más conocimiento de la situación laboral que él conducía”.
A su juicio, fallaron algunos protocolos. “La tecnología no llegó al momento preciso a la comunicación respectiva de que hiciera la situación de la vía correspondiente. La locomoción, el tren experimental que viajaba de norte a sur, andaba en prueba de ruta y también parece que andaba en prueba de telecomunicaciones”.
Por su parte, Carola Guidotti, prima de Daniel, ratificó que efectivamente “él soñaba con venir para acá (Los Sauces), traerse a sus niñas. Le gustaba pescar, el campo, se venía para acá todo el tiempo. De hecho, había andado hace poquito con sus niñas por acá. Era una muy buena persona, alegre, preocupada por los demás. Era un buen amigo, era partner, compañero, un chico bonachón, una persona que agradaba a todo el mundo, que compartía con todo el mundo, una linda persona.
En cuanto a la responsabilidad de la empresa, Guidotti agregó que “creo que la empresa de ferrocarriles del estado debería responder por una muerte así, tan terrible como lo que sucedió. Ojalá no vuelva a ocurrir y no sigan haciendo prácticas sin tener todos los controles que necesitan. Él era una persona responsable, trabajadora, que lo vinieron a buscar para ir a eso y encontrar su muerte en algo así. Muy triste, muy triste. Él llegaba siempre muy alegre, lleno de vida, con todo lo que él amaba, a sus niñas, porque sus niñitas para él lo eran todo. Así que me quedo con el mejor de los recuerdos”, finalizó.