David Lagos
La ciclovía ubicada en calle Riquelme, que se extiende desde su inicio en calle Chorrillos
hasta su conexión con Avenida Prat, presenta un marcado deterioro que preocupa tanto a ciclistas como
a peatones que la utilizan diariamente. Aunque fue concebida como una vía clave para
fomentar la movilidad sustentable en la comuna, hoy la infraestructura se encuentra en condiciones
deficientes. Usuarios han reportado grietas, tramos con escasa señalización y sectores donde los
estoperoles están sueltos o han desaparecido, dejando al descubierto los pernos que los sostenían.
Esta situación no solo dificulta el tránsito seguro, sino que representa un riesgo de accidentes y lesiones.
Vecinos y ciclistas coinciden en que la ciclovía, con 12 años de existencia y sin mantención adecuada, se ha transformado en un verdadero desafío para quienes buscan desplazarse de forma segura. A ello se suma el desgaste de la pintura, lo que reduce la visibilidad de la vía y aumenta el peligro, especialmente en horarios de baja luminosidad.
“Lo que antes era un camino seguro y bien mantenido, ahora está en un estado deplorable. Basta un mal paso o una maniobra en falso para terminar accidentado”, señalaron algunos usuarios, quienes hacen un urgente llamado a las autoridades municipales para que se realicen reparaciones y mejoras.
La comunidad plantea que incluso acciones básicas de pintura y reposición de señalética podrían marcar
una gran diferencia en la seguridad y la calidad de esta ruta. Sin embargo, hasta ahora no se han visto trabajos de reparación en el sector.
La ciclovía de calle Riquelme es un ejemplo de cómo la falta de mantención puede transformar una
infraestructura pensada para el bienestar ciudadano en un espacio riesgoso y descuidado. Los usuarios
insisten en que es momento de que las autoridades tomen cartas en el asunto y devuelvan a la comunidad una vía segura y digna para quienes optan por transportarse de manera sustentable.
