Andrea Jaque
La ceremonia estuvo inspirada en los principios de libertad, fraternidad y amor al prójimo,
pilares de la formación mercedaria. El padre rector Fray Alfredo Guzmán Maya dirigió una
oración basada en el Evangelio según San Mateo, invitando a los estudiantes a ser “luz del
mundo” y a mantener un corazón agradecido. El momento espiritual se selló con el rezo del
Padre Nuestro, encomendando el futuro de la generación.

El himno nacional, dirigido por Miguel Llanos, acompañó la entrega de la bandera a los terceros
medios, gesto que reafirma la continuidad de los valores patrios en la comunidad educativa.
Posteriormente, se entregó el estandarte institucional, símbolo de identidad y compromiso.
La directora académica, María Inés Mieres Carrasco, ofreció un discurso cargado de gratitud y
esperanza. Reconoció el esfuerzo del equipo directivo, cuerpo docente, autoridades y familias,
destacando que los estudiantes han recibido no sólo conocimientos, sino también valores que
los llaman a ser protagonistas de un mundo más humano y solidario. “Que la Virgen de la
Merced los acompañe y bendiga su camino”, expresó con afecto.

Un video con recuerdos de ambos cursos provocó risas y emoción, mientras la música,
nuevamente bajo la dirección de Miguel Llanos, dio fuerza y energía a la celebración. La
entrega de licencias con cariño evidente estuvo a cargo de las profesoras Cretton y Mora. Se
distinguió a quienes obtuvieron el mejor promedio de cada curso y el mejor promedio de la
promoción, resaltando que el éxito no es competencia, sino fruto de la determinación y el
compromiso personal. El Espíritu Mercedario y el esfuerzo también fueron reconocidos en esta
sentida velada.

Los padres y apoderados entregaron un presente a las profesoras Carol Cretton y Consuelo
Mora, así como al colegio, en un gesto de agradecimiento por la formación de sus hijos. El
discurso final recordó que esta generación logró ser una sola, unida entre el A y el B, dejando
como huella la fraternidad y el espíritu mercedario.
La ceremonia concluyó con un mensaje profundo: “No se dejen robar el deseo de construir
cosas sólidas. Aspiren a la felicidad, jueguen su futuro en plenitud junto a Jesús. Sigan su
senda en busca de nuevos horizontes”. Así, la promoción 2025 del colegio Instituto Victoria se
despidió de su etapa escolar, llevando consigo conocimientos, amistades y valores que los
acompañarán en la construcción de un futuro lleno de esperanza.

