Jesús Leonardo Núñez
Luego de dos años de una intensa labor científica y conjunta entre CMPC, la Universidad de Concepción y la Universidad de Valencia, España, se logró referenciar el genoma de la araucaria araucana, insigne árbol que crece en el sur de Chile. Este logro científico constituye un hito importante para el país por cuanto se puede enfrentar los retos ambientales futuros, no solo para esta especie sino para tantas otras.
El Vivero Carlos Douglas, ubicado en la comuna de Yumbel, Biobío, fue el escenario más que perfecto para hacer la presentación oficial de este importante paso académico qué devela con detalle el panorama evolutivo de la araucaria así como las posibilidades de adaptación, y todos los recursos que se pueden emplear para la defensa de tan importante símbolo vegetal.
En la presentación estuvieron diferentes voceros de la empresa forestal nacional, académicos de las universidades involucradas, así como el equipo que desarrolló la investigación liderado por Verónica Emhart, subgerente de Genética y Biotecnología de Forestal Mininco CMPC, quien destacó el esfuerzo y dedicación para tan significativo paso en la ciencia forestal, al tiempo que agradeció el apoyo tanto financiero como logístico y emocional que derivaron en este importante día.
Para lograr la secuenciación del genoma araucaria araucana se requirió extraer material genético en Villa Las Araucarias, en el Parque Nacional Nahuelbuta, según explicaron los voceros de este proyecto, entre ellos Rodrigo Hasbún, director del Laboratorio de Genética Vegetal de la U. de Concepción, quien explicó que la esencia de referenciar el genoma de la araucaria es parecido a armar un puzzle o rompecabezas, colocando las piezas en la secuencia correspondiente. Algo similar se hizo con el descubrimiento del genoma humano: ubicar cada una de esas piezas que se conocían de manera independiente y colocarlas en su posición secuencial.
El académico explicó que una vez colocadas las piezas de ese puzzle genético se podrá conocer No solamente la evolución de la especie sino todas las maneras para protegerla, por ejemplo, de plagas enfermedades o de cualquier otro tipo de amenaza ambiental, incluyendo cualquier condición que propicie una posible extinción.
El trabajo en sí mismo, según se advirtió, constituyó un verdadero reto ya que se trata de un genoma muchísimo más complejo que el de los seres humanos. De hecho, la araucaria araucana es una especie del grupo de las coníferas que ha sufrido algunos cambios a lo largo de la evolución de la Tierra, y su existencia data de la época de los dinosaurios.
Durante la presentación en Yumbel hubo oportunidad de hacer un breve recorrido por algunas unidades de conservación e invernaderos donde se acogen las diferentes especies que CMPC busca proteger, así como conocer el trabajo vinculado a la conservación de la flora nacional.
