Neimar Claret Andrade
Con rabia, burlados y excluidos. Así se sienten don Juan Riquelme y su esposa Lucía Echeverría, pues luego de vivir la tragedia de perder todo dentro de su salón de belleza que estaba ubicado en uno de los locales instalados en el excine de Victoria que se quemó el pasado domingo 27 de agosto, funcionarios de la Dirección de Desarrollo Social (Dideco) de la Municipalidad, se acercaron a ellos para ofrecerles una ayuda económica y luego se la otorgaron a todos los afectados, menos a ellos.
“Estamos muy sentidos con el Alcalde y con el Dideco —comentó Juan Riquelme— porque prácticamente nosotros creemos que se han ido a burlar de nosotros. Después de que los bomberos dejaron de tirar agua y todo, nos dijeron que entráramos a ver nuestras cosas, pero no salvamos absolutamente nada; la peluquería de mi señora fue la más dañada de todo esto, llegaron estas personas de la Municipalidad a tomar fotos”.
Asimismo acotó que “estamos molestos porque encontramos que el alcalde y el Dideco se fueron a reír de nosotros; el Dideco fue a nombre del alcalde con su secretaria a hacer un show, se dio cuenta de que lo que no se había quemado estaba nadando y le ofreció a mi señora una cantidad de 250.000 pesos, le pidió el nombre, el RUT y le dijo que era una ayuda inmediata, cosa que nunca ocurrió ni nunca la postuló a ella, porque las otras personas que ni siquiera perdieron la mitad de lo que perdimos nosotros si les llegó, incluso a la hermana de mi señora que llegó a trabajar con nosotros porque cerraron el local donde ella trabajaba, le llegaron los 250.000 pesos y eso que la inscribieron dos o tres días después”.
Riquelme dijo que los llaman y les piden datos una y otra vez y nada ha pasado. “Si el alcalde tiene algún problema conmigo porque yo soy de las personas que voy y digo las cosas en la cara y la verdad, si él está molesto conmigo, creo que no puede hacerlo de forma vengativa de reírse de lo que le pasa a mi señora; no acepto que se rían de una persona que nos sacamos la mugrienta por más de 20 años para parar una peluquería y que sean las autoridades las que se burlen”.
De igual modo detalló que doña Lucía está muy afectada psicológicamente por toda la situación, ya que ellos en ningún momento fueron a pedir ayuda a la Municipalidad de Victoria, sino que fueron los funcionarios que la representan a ofrecerla, para luego no darla.
“Hay platas —aseguró Juan Riquelme— para ayudar a las personas que caen en desgracia y de hecho se ha hecho y se hizo con mi cuñada; pero a mi señora no le llegó; quiero que los victorienses sepan que en el Concejo se aprueban 100 millones de pesos para ayudar a las personas que caen en desgracia y se aprueban 200 millones de pesos para hacer shows y no lo entiendo”.
Sin embargo, aclaró que no todo fue malo y agradeció profundamente al gremio de peluqueros y estilísticas de Victoria quienes de manera voluntaria han colaborado con ellos con productos y otros enseres que los han ayudado enormemente para abrir, dentro de dos semanas, la nueva sede del Salón de Belleza Lucía Echeverría en el 410 de la calle Lagos.
También extendió su agradecimiento a los concejales Paulo Miranda, Patricio Garrido y Henry Canales, porque han estado pendientes de su situación y han ayudado en lo que han podido, así como al consejero regional Hugo Monsalve, quien de igual modo colaboró, de manera voluntaria y sin que nadie se lo haya pedido, con un granito de arena para la recuperación del local.