En medio de la clausura del XX Congreso del Partido Comunista de China (PCCh), el actual líder chino Xi Jinping ordenó echar a su predecesor inmediato Hu Jintao, quien se encontraba sentado a su lado y todo quedó grabado.
El video recorre todas las plataformas digitales conocidas y el momento, a parte de dramático, resulta histórico y desconcertante.
En plena ceremonia de clausura del Congreso que reeligió a Xi Jinping, el expresidente fue levantado a la fuerza de su asiento en primera fila por personal de seguridad y llevado fuera del salón de actos.
Tal como se puede observar en el video, Hu Jintao fue forzado a abandonar el lugar, a pesar de oponer resistencia, mientras el actual líder chino observaba la situación.
A pesar de que el expresidente se resistió mientras tiraban de él, como se aprecia en su chaqueta, se termina marchando tras interpelar a Xi Jinping, quien permanecía con la mirada al frente ajeno a lo que sucedía a escasos centímetros de su espalda.
Al levantarse, Hu mantuvo un breve intercambio con Xi Jinping, quien le respondió sin mirarlo mientras que el resto de los otros asistentes no parecen inmutarse.
La incómoda situación que se vivió en la sala del Gran Salón del Pueblo de Pekín, por la que no se realizó ninguna explicación oficial, dejó en evidencia el enorme poder del actual mandatario.
La escena se produjo minutos antes de la votación unánime de unos 2.300 delegados del Partido Comunista de china para incluir el “rol central” de Xi Jinping en los estatutos del partido.
El 20º Congreso Nacional del Partido Comunista de China se llevó a cabo en un momento delicado para el gigante asiático, enfrentado a una desaceleración económica por los repetidos confinamientos frente a la pandemia de coronavirus y a tensiones diplomáticas con Occidente.
Xi Jinping, de 69 años, debe ser confirmado este fin de semana como secretario general del partido, antesala de su reelección en 2023 como presidente del país, en un inédito tercer mandato.
Desde su llegada al poder en 2013, Xi ha ido acumulando poder en la segunda potencia mundial y ha fortalecido la autoridad del régimen.
En su discurso de apertura del cónclave, Xi Jinping apuntó contra su antecesor: “Había dentro del partido una falta de entendimiento claro, falta de medidas efectivas y una tendencia a la debilidad. La burocracia, el hedonismo y la extravagancia persistía en muchos lugares y departamentos”.
Además, afirmó que “se encontraron casos chocantes de corrupción”, que “el crecimiento no estaba equilibrado ni era sostenible ni coordinado” y que algunas personas “ni siquiera tenían fe en el sistema socialista”.
“Atrévanse a luchar, atrévanse a ganar, agachen la cabeza y trabajen duro, estén determinados a seguir avanzando”, enfatizó Xi frente a los casi 2.300 delegados reunidos en el Gran Salón del Pueblo de la capital china.
