Jesús Leonardo Núñez
Ya se cumplen 23 días desde que comenzó la huelga de hambre líquida que la población penal mapuche decidió realizar en la Cárcel de Angol. La protesta interna traspasó los paredones y ahora es afuera, en la vía pública, donde familiares, allegados y lof se sumaron a los reclamos.
La salud de al menos dos o tres huelguistas, se encuentra delicada, según reclamaron desde las afueras del penal, donde varios dirigentes de la etnia se acercaron para enviar mensajes de solidaridad a los internos.
Es a Gendarmería a la que responsabilizan por la vida y el bienestar de los 19, sobre todo porque la mencionada institución, encargada de resguardar todo el aparato carcelario, se ha mostrado presuntamente intransigente en garantizar los derechos de estos internos.
El werkén de Ercilla, Rodrigo Curipán, aseguró al final de la jornada del jueves que no se llegó a ningún acuerdo con Gendarmería, razón por la que el periodo de conflicto continúa. Sin embargo, es posible que en breve se estén adoptando medidas dentro del reglamento interno de los gendarmes, quienes podrían permitir las prácticas de tipo cultural y espiritual, propio de los pueblos ancestrales, que hasta ahora estaban negados, justo una de las varias razones que dieron pie a la huelga.
Son 27 los presos que se autoidentifican como mapuche, pero solo 19 decidieron suspender su alimentación sólida, como medida de protesta a la prohibición de algunos derechos esenciales de su autonomía etnográfica.
“El cese de la huelga depende únicamente de la disposición de Gendarmería”, aseguró Curipán, quien también expuso la queja de la población penal que en reiteradas ocasiones es víctima de vejaciones y tratos denigrantes y racistas, no solo en contra de ellos sino también en contra de los familiares en los tiempos de visita.
En un reciente comunicado público, los prisioneros insisten en ostentar la categoría de “presos políticos”, debido a las condiciones en las que se desarrollan sus condenas. Algunas de las peticiones enumeradas el referido comunicado son las siguientes:
1. La realización de nuestras ceremonias de Wetripantu y además actividades culturales como trawün, palín y guillaimawun, todo esto en conjunto a nuestros lof y autoridades tradicionales en dependencias del CET, ya que todas las actividades que hemos realizados los últimos años, han sido realizadas bajo condiciones y limitaciones de Gendarmería de Chile, alejándonos indiscriminadamente de los protocolos culturales de nuestra cosmovisión mapuche.
2.Exigimos la salida inmediata de todos los querellantes en nuestras causas jurídicas.
3. Traslado inmediato de todos nuestros peñi que se encuentran condenados al Centro de Educación y Trabajo, CET.
4. Establecer que los imputados, ante futuras condenas políticas, sean trasladados al CET, sin condiciones de tiempo.
5. Cambio de medida cautelar de nuestros imputados, entre otros puntos.