Andrea Jaque
Según lo expuesto por la Fiscalía, el crimen fue cometido con ensañamiento, es decir, con
una crueldad deliberada que agravó el sufrimiento de la víctima. Faúndez Clavería recibió
aproximadamente 49 puñaladas, muchas de ellas cuando ya se encontraba tendido en el
suelo. El arma utilizada fue una tijera modificada por el imputado para actuar como
elemento cortopunzante, cuya parte faltante fue hallada posteriormente en su domicilio.
Durante la investigación, se logró ubicar a un testigo que vio a Bravo Ramírez
desplazarse cerca del sitio del suceso con vestimentas desordenadas y una mancha
rojiza en su pantalón. Esta prenda fue incautada y sometida a peritajes, los cuales
confirmaron la presencia de ADN de la víctima.
El conjunto de pruebas permitió acreditar, más allá de toda duda razonable, la
responsabilidad del acusado en este crimen.

