Neimar Claret Andrade
El prefecto Carlos Rojas Ramírez, quien hasta hace poco se desempeñó como jefe de la unidad de la PDI en Victoria y luego como jefe de la Prefectura de Malleco en Angol, dejó estas tierras del sur del país para asumir el cargo de jefe nacional de Criminalística y Laboratorio de la Policía de Investigaciones.
Sobre sus nuevas responsabilidades manifestó que “poder contar con un centro forense del nivel que nace en el Parque Enea, nos permite proyectarnos como un polo de desarrollo”.
Y es que desde el 2021 el moderno Laboratorio de Criminalística (Lacrim) de la Policía de Investigaciones de Chile (PDI) se encuentra asentado en los terrenos del mayor parque industrial del país, ENEA, desde donde se impulsa la importante labor que realiza la policía civil en el combate de todo tipo de delitos.
“El sueño de incorporar la técnica y ciencia en nuestras investigaciones —aseguró el prefecto Rojas— siempre ha sido, más que una exigencia profesional, un deber ético. Nuestros compatriotas esperan eso de su PDI. Nuestra responsabilidad es entregar al Ministerio Público investigaciones sustentadas en la ciencia y en la técnica, de ahí la trascendencia de contar con un centro forense moderno, tanto en infraestructura como en tecnología, con visión de futuro”.
Carlos rojas lleva más de 30 años de servicios en la PDI y se ha desempeñado en diversas áreas del combate del crimen organizado, y actualmente está a cargo de la Jefatura Nacional de Criminalística, de la cual depende Lacrim Central y, técnicamente, los otros 16 Laboratorios de Criminalística que tiene la PDI a lo largo del país.