Neimar Claret Andrade
Si alguien apostó porque Javier David Zepeda Carreño de 53 años de edad, tras haber amenazado a una mujer y a tres funcionarios de Carabineros a quienes pedía a gritos “mátame conch…, mátame” y quien sólo pudo ser reducido tras recibir un disparo en la pierna, quedaría en prisión preventiva, pues perdió.
Y es que durante la jornada de este miércoles 24 de mayo y luego de que la Fiscalía formalizara investigación en su contra por los delitos de amenazas y daños a la mujer, amenazas a los policías y homicidio tentado en contra de uno de los carabineros y expusiera los antecedentes del caso que incluían la gravedad de los delitos cometidos, las condenas anteriores, el hecho de mantener una causa vigente e incluso la invocación de la Ley Naín, el Juzgado de Garantía de Angol rechazó la solicitud de prisión preventiva hecha por el Ministerio Público y en cambio, decretó las medidas cautelares de arresto domiciliario nocturno (es decir, puede hallarlo caminando tranquilamente en las calles de día) y prohibición de acercarse a las víctimas.
Durante la formalización, la Fiscalía precisó que en horas de la noche del día 22 de mayo de 2023, en el inmueble ubicado en calle Prat N° 557 de Angol el imputado Javier David Zepeda Carreño, a raíz de una discusión con la víctima M.E.C., premunido de un arma blanca, quebró la ventana que mantenía la puerta del dormitorio de la víctima, para luego agresivamente indicarle “te voy a matar y échame a los pacos, el primero que ingrese lo voy a matar”, situación por la que la víctima optó por huir del lugar a hacer la denuncia. Los daños causados fueron valorados en 60.000 pesos.
Posteriormente, en horas de la madrugada del día 23 de mayo de 2023, en circunstancias que la víctima M.E.C. realizaba la denuncia en dependencias de la 1° Comisaria de Carabineros en Angol, Zepeda Carreño, se presentó en dicha unidad policial, en donde premunido de armas blancas amenazó a los funcionarios de Carabineros en servicio, J.B.H., F.B.V. y L.N.M., indicándoles agresivamente y en reiteradas ocasiones “los voy a matar pacos cu…”. Pese a las reiteradas peticiones por parte de los funcionarios policiales para que depusiera su actuar, se abalanzó en contra del sargento J.B.H. con claras intenciones de enterrar el arma blanca en el cuerpo del funcionario policial, quien para evitarlo debió hacer uso de su arma de servicio y disparó en contra del sujeto al que alcanzó en una de sus extremidades inferiores, único modo en el que finalmente lograron detenerlo.