Andrea Jaque
Pamela Uribe, representante del comité Las Araucarias, relata con emoción y firmeza los
desafíos enfrentados desde que comenzó esta travesía. “Han sido 13 años de espera, de
gestiones, de frustraciones y también de esperanza. El terreno lo recibimos hace cuatro
años, pero la empresa constructora quebró, lo que retrasó todo un año más. Tuvimos que
renunciar por procedimiento de quiebra y fue entonces cuando el Ministerio de Vivienda
intervino”, explica.
Gracias a la gestión conjunta de los concejales Camilo Villablanca, Denisse Dufey y
Gabriel Toro, junto a representantes del Municipio ante el Ministerio De Vivienda, se logró
destrabar el proceso. En un tiempo acotado, se aprobaron 800 millones de pesos
adicionales para cubrir las diferencias presupuestarias, permitiendo así retomar las obras
y fijar una fecha oficial de entrega.

El concejal Gabriel Toro, quien ha acompañado de cerca este proceso, expresó su
satisfacción: “Hoy contamos con un documento oficial que establece el 16 de septiembre
como la fecha definitiva. Antes hubo promesas que no se cumplieron, pero ahora estamos
en la etapa final, prácticamente terminando la certificación de servicios básicos como
agua, alcantarillado y electricidad. Con el MOP todo está listo y Serviu revisará el
pavimento este lunes”.
Uribe también desmiente rumores sobre problemas técnicos: “El retraso no fue por
alcantarillado ni sistema eléctrico, como se dijo en su momento. Fue exclusivamente por
la quiebra de la empresa”.
“Para la próxima semana teníamos planificado tomarnos el camino internacional si Serviu
Araucanía no nos daba una respuesta formal. Afortunadamente, llegó a tiempo”.
La entrega de las viviendas será un acto cargado de simbolismo y emoción. Para muchas
de las 374 familias beneficiadas, el último año ha sido especialmente duro: sin un lugar
estable donde vivir, enfrentando arriendos con presupuestos limitados y con la
incertidumbre como compañera constante.
El 16 de septiembre no sólo se entregarán llaves, sino también dignidad, tranquilidad y el
cumplimiento de un sueño largamente postergado. La comuna de Victoria se prepara para
celebrar un logro que es, ante todo, fruto de la perseverancia colectiva.

