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Las noches de primavera en Victoria son por lo general apacibles, lo que anima a muchos de los residentes a mirar por sus ventanas o salir a sus jardines a deleitarse con las múltiples estrellas que alumbran el firmamento, pero esta apacibilidad fue perturbada durante la noche del martes 2 de noviembre, cuando los victorienses vieron, estupefactos, que un objeto volador no identificado, surcaba la bóveda celeste.
Sencillamente no podían creerlo, pero allí estaba. Un ovni. Así que, teléfonos en mano, hicieron fotos y hasta videos del iluminado aparato que, a decir de los testigos, que lo vieron cuando volaba a las 9:21 minutos de la noche, el tamaño era considerable, mientras que emitía una intensa luz brillante.
El ovni fue visible el tiempo suficiente para que los asombrados victorienses hicieran sus registros visuales y luego, como ya es costumbre en este tipo de avistamientos, el extraño aparato volador se perdió en el horizonte, dejando tras de si a un grupo de ciudadanos chilenos que ya no volverán a ser los mismos y que pasarán a engrosar las ya abultadas filas de testigos de la fuerte posibilidad de que no estamos solos en el infinito Universo.