Nanette Andrade
La historia de Helmo Fredy Pérez Riquelme es, sin duda alguna, un ejemplo de resiliencia y demuestra que cuando hacemos frente a la adversidad con determinación, es posible lograr casi cualquier propósito que tengamos en la vida.
Y es que Helmo, joven victoriense de 28 años de edad, hoy celebra junto a su familia haberse recibido como Ingeniero en Maquinaria, Vehículos Automotrices y Sistemas Eléctricos, título que obtuvo en el Inacap de Temuco y que logró a pesar de la paraplejia que sufre desde sus 20 años.
Este complicado cuadro médico fue la derivación de un tumor en la cervical que le fue detectado hace 8 años cuando trabajaba en la industria Prato en Victoria, lo que lo obligó a someterse a una compleja cirugía de emergencia de la que salió parapléjico con movilidad solo de sus brazos y su cabeza.
Para entonces, Helmo ya poseía su título de Técnico Nivel Medio en Mecánica, logrado en el Complejo Educacional Victoria, pero no dejó nunca de soñar con alcanzar más.
Teletón
La situación de salud llevó a Helmo a ser trasladado a la Teletón en Temuco donde permaneció por un año para su rehabilitación. Allí contó con toda la atención propia de este gran proyecto que ha ayudado y sigue ayudando a miles de niños, niñas y jóvenes en todo Chile, pero desde luego que ese tiempo también se tradujo en largos momentos de angustia que, a su vez, lo condujeron a replantearse la vida y los sueños que, a pesar de todo, tenía latentes.
Fue entonces cuando decidió continuar sus estudios superiores, matriculándose en el Inacap de Temuco donde, tras 5 años de constancia y dedicación, recibió su título de Ingeniero en Maquinaria, Vehículos Automotrices y Sistemas Eléctricos.Sus padres Erwin Mieres y Alejandra Riquelme, junto a sus tres hermanos: Javier, Erwin y Marjorie, fueron el apoyo fundamental para este joven y que así no cesara en la lucha por lograr su título. Viajaba de lunes a viernes a Temuco en un vehículo que le compraron sus padres, adaptado para su conducción. Mientras que los fines de semana trabaja en el área de servicio al cliente del supermercado Jumbo en Temuco.
Hoy, a sus 28 años, pese a su complejidad, está a la espera de un contrato en una empresa donde pueda entregar sus conocimientos y, más aún, su tenacidad y ejemplo.
