Jesús Leonardo Núñez
A Marcelo Abner Sepúlveda Aravena, de 43 años, se lo llevó la impetuosa corriente del río Biobío, en la comuna de Lonquimay. El triste acontecimiento ocurrió en la tarde del lunes 25 de diciembre, justo cuando se lanzó al agua para salvar a una niña y a un joven, quienes también corrían el peligro de ser arrastrados. El momento fue en extremo angustiante para la familia de Marcelo, que intentaba disfrutar de un día libre en la naturaleza en el sector Balsa de Caracoles.
Las horas pasan y no se sabe nada del paradero de este hombre, conocido empresario de la comuna de Curacautín, dedicado al ramo turístico. No ha faltado ni voluntad, ni interés ni empeño institucional y por supuesto, personal especializado para encontrar de ser posible con vida a este padre de familia.
Los mismos bomberos de Lonquimay se pronunciaron al respecto asegurando que las labores de rescate continúan y hasta con ayuda de otras instituciones como GOPE de Carabineros, primera y segunda Compañía Cuerpo Bomberos de Lonquimay, Tercera Compañia (Gersa) del Cuerpo Bomberos de Nueva Imperial y Cuarta Compañía (Gersa) del Cuerpo Bomberos Temuco. Se sumó también a las labores de búsqueda la Segunda Compañia (rescate tecnico) del Cuerpo Bomberos de Curacautin.
Al menos hasta la media tarde de este miércoles, las labores conjuntas se desarrollaban en uno de los ríos más complejos y extensos que surcan el territorio de La Araucanía, pese a que son días en los que se registran altas temperaturas propias de la temporada.
En la región se reportaron varios casos de incidentes lamentables en distintos ríos desde el viernes 22 de diciembre, con al menos seis bajas anas por inmersión en distintos afluentes. Inclusive, el propio 24 de diciembre se reportó la muerte por inmersión de un joven en el río Blanco de Curacautín.
El alcalde de Lonquimay, Nibaldo Alegría, se acercó el martes a una de las zonas de búsqueda desde donde prometió disponer de toda la logística y coordinación necesarias hasta encontrar al empresario curacautinense.
